domingo, 3 de abril de 2011
EL SOL
El Sol - el yo creativo
Entre los miles de estrellas que forman nuestra galaxia hay una de gran tamaño, situada en uno de los extremos de la espiral de la Vía Láctea, que posee un interés particular para nosotros, ya que existimos cerca de ella y, que además, vivimos de ella, el Sol.
El Sol es también nuestra principal fuente de energía, que se manifiesta, sobre todo, en forma de luz y calor.
Ejerce una fuerte atracción gravitatoria sobre los planetas y los hace girar a su alrededor. Se encuentra a una distancia de aproximadamente 150 millones de kilómetros y posee un diámetro de 1,39 millones de kilómetros, conformando así el más grande de todos los planetas juntos.
Fue la observación más trascendental del hombre y, por lo tanto, ocupa un lugar significativo en todas las mitologías. El dios griego Apolo era la personificación del Sol y fue adorado como la fuente de la fuerza vital, iluminación y curación. Para los egipcios era Rá uno de los nombres del sol.
En la mitología azteca el dios Sol estaba representado por Huitzilopochtli. El dios solar fenicio Baal, al que se le adoraba bajo la forma de una piedra negra. Baal se hizo popular en el Imperio romano en el siglo II.
En la astrología el emplazamiento del Sol revela la cualidad básica de nuestra conciencia. Es el factor central de nuestra personalidad, del mismo modo como el Sol es el centro de nuestra galaxia.
No cabe duda que el Sol es esencial para el estudio astrológico, aunque es necesario recordar que es solo otra condición entre muchas.
El Sol simboliza la verdad y la integridad. Otorga al nativo alegría, confianza y buena salud. Tiene una afinidad natural con el signo Leo, el cual comparte muchas particularidades con el Sol
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